Don Bosco-Memorie biografiche Vol 12.html |
A012006353 |
No se permite salida alguna á los pupilos, exceptuado el día desanto de sus, padres ó tutores, 6 por causa de enfermedad de estos 6 de aquellos, y el primer jueves del mes, cuando en el mes anterior se haya portado bien.. |
Don Bosco-Memorie biografiche Vol 13.html |
A013006747 |
Procuraremos buscar pues los medios y cuando tuviese lo necesario avisaré à V. R. El Senor quiera facilitar las cosas.. |
Don Bosco-Memorie biografiche Vol 17.html |
A017006358 |
Recordará la visita que tuvimos el honor de hacerle el Señor Lastres y yo cuando nos dirijiamos a Roma para representar al Gobierno de España en el Congreso penitenziario, reunido en Noviembre último, [ 829]. |
Don Bosco-Memorie biografiche Vol 18.html |
A018003005 |
En medio de los dolorosos espectáculos que hemos de presenciar de continuo, entre las manifestaciones impías que hieren la vista y los oídos de las personas piadosas, cuando las pasiones desbordadas de las muchedumbres, halagadas en sus bajos instintos amenazan conmover y destruir la sociedad contemporánea; produce grandísimo consuelo ver á un santo varon de setenta años, que vence el peso de la edad con el ausilio de la gracia divina, cómo trabaja en una obra de verdadera regeneración social y cómo se aprestan á ofre-cerle su concurso gentes salidas de todas las clases sociales.. |
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A018003008 |
Cierto dia'del año 1841 disponíase Dom Bosco á celebrar el santo sacrificio de la misa en la iglesia de San Francisco de Asís de Turin y se estaba revistiendo, cuando llegaron á su oído lamentos y voces descompuestas impropias de aquel lugar sagrado. |
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A018003086 |
Y sin embargo, cuando Dom Bosco se ocupa en el desarrollo de su obra, aunque en tono sencillo, [651] y vibra en su palabra la convicción del fundador, su tesón inquebrantable y como un don profético. |
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A018003105 |
el día, cuando [653] Dom Bosco, aclamado y saludado por todos los asistentes con verdadero entu§iasmo, abandonó aquella casa hospitalaria y aquella mansion encantadora, para volver con sus hijos á los talleres de Sarriá.. |
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A018003915 |
Pues aquellas tribus pacificadas y convertidas á la fe, habiendo comenzado á saborear las primeras dulzuras, de la vida cristiana y civil, no pueden resignarse con ver solamente de cuando en cuando al Misionero, que los llamó á la vida social y á la luz del Evangelío.. |